miércoles, 29 de agosto de 2007

¡Ha llegado carta!


Hace una semana atrás, en el marco de la semana de la solidaridad, dimos como “tarea para la casa” que cada familia escribiera una carta para otra familia de nuestro jardín, con el fin de contactarlos y que los niños utilizaran un medio de comunicación un poco olvidado como lo es la correspondencia escrita (en papel).
Como resultado de esta experiencia llegaron hermosas cartas, palabras emotivas, dibujos, tarjetas, recuerdos, anécdotas, etc. Pero quise destacar una carta que leí (sé que es un delito leer correspondencia de otros), y que me gustó mucho. Sentí que a veces nos olvidamos de valorar la familia, le damos importancia a cosas que nos alejan de las emociones. Quise destacarla (con el permiso correspondiente) para que todos puedan disfrutar como yo, de otra visión de las cosas… de esas que tenemos cerquita y no las vemos. Muchas veces no tenemos las palabras para contar, para expresar o manifestar cariños. Y esta carta es el ejemplo de que a veces escribiendo se dice mucho más. Agradezco de todo corazón a Diego Silva por escribir tan bellas palabras y a su familia quienes fueron su inspiración.

Diana


Agosto 2007
Familia de Nicolás.
Me agradó la idea de poder escribirle a una familia del jardín, más aún cuando supe que seria para Uds. nuestra carta. No lo pude hacer a tiempo por lo que les pido disculpas, el agobio del trabajo y las tareas de papis´, en ocasiones, nos privan de los placeres simples, como estar con nuestros hijos, familia o compartir un poco de nuestras vivencias con gente afín.
Para nosotros no ha sido traumático, ni más difícil de lo que a cualquier persona le pareciera, es más, nuestros hijos, desde que estaban en el vientre parecieron “saber” que debían ayudarnos portándose bien. Al principio fue complicado porque nuestras respectivas familias no podían entender que al ser 2 bebes, debíamos tener un orden, una rutina... “tatas, no los despierten a deshora, no los alimenten a deshora, no los tomen tanto en brazos” y mil advertencias.
Incluso no aprobaron nuestro “método”;sin embargo pienso que lo que los papis estimen conveniente es lo correcto, por lo que nos revelamos y no quisimos pagar el precio de ser padres jóvenes, ni de someternos a escrutinios.
No nacemos sabiendo ser padres, y si bien los ingredientes son parecidos, la receta y forma de preparar a nuestros hijos para su vida adulta no la sabe nadie más que quien te cría, día a día y esta contigo en esa etapa de vulnerabilidad que es la niñez.
Nos ha tocado conocer en nuestro Jardín a otros padres, que como nosotros se sienten o sintieron alguna vez que no podían ayudar a sus bebes en lo que requerían; con asombro nos dimos cuenta que no éramos los únicos que se sintieron impotentes o “malos padres” en algún minuto, encontramos consuelo en las historias de padres dedicados a sus hijos, descubrimos que el afecto es la mejor formula para terminar las mañas, nos sentimos unos “llorones” al saber que hay niños con diversos problemas en nuestra comunidad-jardín y que no tiran las esponja... nos dieron fuerza.
Al descubrir que los afectos son la fuente de todo lo bueno que podemos entregar a nuestros hijos, centramos toda nuestra fuerza en ello y no paramos de dárselo.
En mi opinión, nuestros hijos han crecido bastante desde que entraron al jardín, pero más que el evidente avance en el lenguaje y las relaciones interpersonales, curriculares y comportamiento acorde a su edad , estatura y peso que han logrado, el gran aporte fue para nosotros ya que nos permitió conocer a familias como la suya y compartir diversidad de experiencias, tomarlas y convertirla en guía de nuestra labor de padres.
Ellos aún no se pueden comunicar con nosotros con platicas, ni podemos tener con ellos una larga sobremesa de domingo y las peleas entre ellos siguen... pero aprendimos a valorar los avances que muestran, el cariño que nos dan, los juegos que comienzan a crear en su idioma... poco a poco aprendimos a leer señas con el alma más que a oír las oraciones que tratan de articular, esto es gracias a las experiencias que nos han aportado familias como la suya y la fuerza y amor con que crían a su hijo.

Eternamente agradecido de su familia y de toda la “Comunidad Pequitiana”.

Familia de Martín y Vicente

5 comentarios:

Diana dijo...

Leí en el blog Zancada (cosas de mujeres), que el artísta coreano Choi, Jeong Hwa, se presentará en el parque forestal, componiendo figuras con 3 mil globos, el horario es a las 12:30
(Que suerte!, justo me tomé el día)
(ver más en www.zancada.blogspot.com)

Nosotras mismas dijo...

Bonita iniciativa.

Besos.

Claudia Castora dijo...

Precioso.
Y me qudó dando vueltas eso de escribir así, de puño y letra, recordé los años qn que se le pasaba la lengua al sobre y a la estampillas para mandar una carta.
Recordé que aromaba las esquelas con perfume y echaba pétalos dentro para que me sintieran más cerca...mira todo lo que recordé con tu post.

Me encanta leerte.

un abrazo.

Claudia Castora dijo...

Quería invirate a este espacio (es muy especial para mi)

www.micicciolino.blogspot.com

Diana dijo...

Kiantei: A mí me pasó lo mismo, recordé tantas cartas escritas en la adolecencia , me pasa lo mismo con tu blog, me gusta mucho pasar por ahí... y el nuevo blog es maravilloso.. espero que todo salga bien ...


besitos