domingo, 28 de octubre de 2007

Seremos los padres que debemos ser...



¿He sido buena madre?, cuantas veces me he cuestionado eso, muchas veces pienso más en las cosas que hago mal, que en las que hago bien. Culposa y pesimista. Como alguien me diría por ahí… “como madre eres una excelente educadora”.
No sé como lo hago, y sí!... Me ha faltado tiempo, y ya en casa estoy sin muchas ganas de jugar, sin muchas ganas de hablar, pero a pesar de todo eso, la quiero tener cerca siempre y la amo con todo el corazón. Pero las culpas están.
Quizás como mamá no estoy tan contenta conmigo, pero estoy segura que lo haré mejor, porque me gustan los desafíos, me gusta tener algo que mejorar. Creo que este es el gran desafío de mi vida... y que durará siempre.
Encontré un texto maravilloso que quiero compartir…

“Seremos los padres que queremos ser, si a nuestros hijos les hemos enseñado a no fijarse en los colores, para no ver las personas negras, amarillas, pelirrojas o morenas.

Les hemos enseñado a agradecer todo lo que tienen, no solo para que sepan lo que poseen, sino para que deseen hacer algo por quienes no lo tienen.

Les hemos enseñado a amar este país y a no olvidar a las miles de personas que dieron sus vidas para que hoy ellos, puedan gozar de la paz y la libertad.

Seremos los padres que debemos ser, si a nuestros hijos les hemos enseñado a respetar las leyes y a entender que, si no están de acuerdo con ellas, deben trabajar para cambiarlas, pero nunca desobedecerlas o usar la violencia para cambiarlas.

Les hemos enseñado a nunca, nunca rendirse en cualquier cosa que hagan o sueñen, ya que sino se dan por vencidos, a la larga triunfarán.

Seremos los padres que debemos ser, si a nuestros hijos les hemos enseñado que el mundo es realmente un hermoso lugar, lleno de gente hermosa, a pesar de lo que vean en la televisión.

Seremos los padres que debemos ser, si les hemos enseñado a tratar bien a los ancianos, a los animales, a las plantas, a todas las personas y a cuidar nuestro planeta.

Seremos los padres que debemos ser, si les hemos enseñado a amar, a no odiar, ni a buscar venganza…

Santiago Pont Lezica


Seremos los padres que debemos ser……..

jueves, 25 de octubre de 2007

Yoga Infantil


Cuando pensamos en niños pequeños, por lo general percibimos una armonía y una paz como parte propia de ellos. Pero lamentablemente muchos están sumergidos en un ritmo de vida tan estresante como el de sus padres. Los horarios, rutinas y normas estructuradas los convierte en adultos en un cuerpo pequeño. Es la razón por la cual ha surgido en el mundo el yoga infantil. La manera para crear el espacio de recuperar la energía y relajarse.
Práctica de origen Hindú, el Yoga es un método integral de mejoramiento humano, alcanzando todos los procesos de auto desarrollo, tanto de la mente como del cuerpo, dando paso a todas las energías y las funciones psicofísicas.
El yoga se debe presentar para los niños como un juego donde pueden desarrollar creatividad e imaginación, tomar conciencia de sus cuerpos, conectarse con su respiración, y relajarse de todas las exigencias que impone el mundo moderno.

Consiste en:
Posturas corporales para provocar estiramiento y masajes.

Ejercicios de control respiratorio para incrementar las energías y armonizar el cuerpo y la mente.

Métodos de relajación neuromuscular y mental

El yoga mejora el rendimiento psicosomático, armonizan cuerpo y mente, disciplinan y fortalecen el carácter.

Beneficio del yoga en los niños

Desarrollan conocimiento y conciencia corporal

Desarrollan fuerza, equilibrio, coordinación, resistencia y flexibilidad

Mejoran la postura corporal

Incrementan la concentración y la memoria

Potencian su creatividad e imaginación

Aprenden a respirar correctamente

Desarrollan técnicas de relajación liberando estados de ansiedad, tensión y estrés

La práctica del yoga ayuda a calmar el sistema nervioso

Aumenta el autoestima y el autoconocimiento

Aprenden a conectarse con su espiritualidad y a reflexionar sobre distintas situaciones

Mejoran su metabolismo

Toman conciencia del cuidado de sus propios cuerpos

Comprenden lo fundamentales que son el respeto, la tolerancia, la no violencia hacia ellos y hacia todos los seres que habitan el planeta.


Elementos claves para la secuencia del yoga

Meditación: Preparar la mente, desconectar es la clave para la concentración

Respiración: Coordinar la respiración inhalación y exhalación

Posturas: Paso a paso, lo importante para los niños no es la alineación perfecta, sino que lo disfruten.

Relajación: Después de una secuencia completa es vital realizar una relajación.

Nuestro jardín complementa el trabajo educativo con el Yoga hace un año y los beneficios son notorios, especialmente en niños con dificultades de atención, concentración e hiperactividad. Es importante que los niños lo vean entretenido, como juego, como todo en su vida.

Diana

sábado, 20 de octubre de 2007

Y volvimos a encontrarnos...

Contigo aprendí que nada es pequeño.
Que todo en la vida se parece a un sueño,
Que el sol siempre brilla, aunque esté nublado
Que los cuentos tienen principio y fin.
Que las manos tibias abrazan más fuerte.
Que los besos dulces son los pegajosos.
Que las lagrimitas se las lleva el viento.
Que la risa siempre te hace feliz.
Que los pajaritos cantan tus canciones.
Y que los secretos guardan emociones.
Por todo lo que me enseñaste, te pido.
Que aunque crezcas,


no dejes de creer en todo esto,

Y lo guardes siempre en tu corazoncito de algodón ....









"Día del Ex alumno"

jueves, 18 de octubre de 2007

Azules v/s Naranjos





Y una vez más nos gana el primer ciclo :(

Felicitaciones para todos los naranjos!!




















martes, 16 de octubre de 2007

Un año más...


Esta semana se cumplen 10 años de mi jardín infantil, donde trabajo desde que salí de mi carrera, esta semana se vuelven a sentir las emociones a flor de piel, esta semana es el reencuentro con mis antiguos alumnos, es por eso que quiero dejar estas fotos de cumpleaños anteriores, ya vendrán las de este año....












domingo, 14 de octubre de 2007

Ellos y el fútbol



A propósito de nuestra nueva derrota ante Argentina (una más de tantas). Me puse a pensar si en realidad desde pequeños somos un país futbolero. Recordando uno de los “únicos” episodios relacionados con el fútbol dentro del contexto educativo, quise dedicarles este texto a cuatro alumnos que me hicieron reír toda una tarde.

Benjamín V., Vicente V., Jeam y Fabián. Comienzan el partido de fútbol. Benja hace sonar su boquita como pito y dice ¡Comenzó el partido!. Y corren detrás de una pelota y gritan y se pegan patadas y se tiran unos sobre otros. Uno de los equipos hace un gol precioso. Benjamín que es del equipo contrario toma la pelota, y dice:
_ Se acabó el juego. Ahora vamos a jugar a la “rana” Y todos se miran con cara de no entender nada y lo acusan conmigo, que a esas alturas no podía parar de reír con el juego de la “rana”.
- ¡Tía, el Benja no quiere jugar al “fútol”! (más risa)

Estuve toda la tarde de patio dedicada a observar a estos cuatro futbolistas y pude descubrir que no son tan fanáticos de este juego como imaginé y que prefieren otro tipo de juegos.
Benjamín al final dice: _
Yo mejor me voy a jugar con las niñas
_ Javiera! ¿Puedo jugar con ustedes?

lunes, 8 de octubre de 2007

La depresión


Muchas veces nos sentimos agobiados, una sensación que de cierta manera, es un malestar propio de nuestra especie humana. El trabajo, las relaciones personales, la falta de dinero y otros... En ciertas ocasiones nos hacen sentir presionados y temerosos. Pero no siempre esos acontecimientos gatillan en una depresión.
Me sorprendí con un artículo de la Revista “Mujer” de el diario “La tercera”, donde el psicólogo chileno Gonzalo Rojas-May, afirma que en Chile la depresión está sobre diagnosticada.
“En Chile sobre valoramos la felicidad con consecuencias perversas: las personas a penas tienen capacidad para procesar malestares propios de la existencia, que no son enfermedades” (Rojas-May)
En reiteradas ocasiones me he preguntado y cuestionado porque en Chile, existe tanta gente con depresión. Es una enfermedad tan común, que siempre estamos ligados a ella, siempre tenemos un conocido o un familiar que la padece. Y ahora con esta teoría me deja más claro que no es la enfermedad la que se ha masificado, sino que es el diagnóstico.
Está muy claro y no hay ninguna duda de que la depresión existe, y es una patología compleja y profunda. Pero no todos los diagnósticos que dicen serlo son realmente ciertos.
Según Rojas-May somos un país “trágico”, ya que somos magníficos para reconstruir, pero pésimo para planificar y como personas individuales nos pasa de la misma forma. Buscamos alternativas de solución, cuando el problema ya es demasiado grande. Cuando ya nos sentimos en un agujero sin salida. Y esto tiene mucha relación con la “sobre valoración de la felicidad”. Estamos en una época muy particular donde la tristeza y el malestar es confundido con las depresiones. Debido particularmente a que no somos capaces de sobrellevar los malestares
“Aquí el malestar es sumamente indeseable y es considerado una anormalidad siendo que es necesario por una razón esencial: si no conoces el malestar, tampoco conoces el bienestar. Conoces el amor, cuando sabes del desamor y la alegría cuando conoces la tristeza” (Rojas-May)
En Chile estamos especialmente presionados a ser completamente felices. Pero el asunto de la depresión va mucho más allá, en esta última década se ha vuelto una moda. La gente se apropia de los síntomas de otros como si fueran suyos. Asociándolo inmediatamente con un diagnóstico depresivo. Está claro que sicólogos y siquiatras también son responsables de realizar diagnósticos exagerados. Pero también suele suceder, que no esperamos la respuesta de un especialista, y al sentirnos un poco triste o aproblemados, ya creemos que estamos ante una patología depresiva. Es más, existen personas que acostumbran a su cuerpo a sentirse bien con medicamentos no recetados por especialistas.
Es natural pasar por situaciones de duelo, complicaciones laborales y sentimentales, pero estas emociones son parte de la condición humana, no son precisamente depresiones.
Me sorprendió descubrir que muchas de las personas que se auto diagnostican, lo hacen como una manera de mostrar su estatus. Porque si en tiempos pasados, las enfermedades psicológicas se ocultaban , y era muy poca gente la que acudía a este tipo de especialista. Hoy en día nos encontramos con el fenómeno contrario. Da un estatus cultural tener su terapeuta personal. Capaz de hacerlos sentir felices, tranquilos y creando una dependencia errada de esta situación.
“la depresión es una enfermedad, una patología real y cierta, y hay una enorme cantidad de chilenos que la sufre. Pero hay una cantidad mayor de chilenos con síntomas depresivos, que no es lo mismo. Es un riesgo categorizar un proceso de desarrollo personal como una enfermedad” (Rojas-May)
lo importante es entender que “la vida tiene ciclos”. Todos sufrimos de desamor, todos tenemos presiones y tensiones laborales. Lo trascendental es tener la capacidad resilente para verle la cara positiva a las cosas, a cada una de esas etapas “negativas”, y poder recoger desde ahí las soluciones exactas y resolver los problemas y aliviar las penas que nos conmueven.
Pensé en los niños y sobre la posibilidad que exista depresión infantil en forma masiva, de la misma manera que a ocurrido con los adultos. No es algo muy alentador. Hijos de padres depresivos su panorama no es muy bueno. Es por eso que debemos ser capaces de mostrar a nuestros hijos la gran capacidad que cada uno tiene dentro de solucionar los problemas, de vivir las penas del corazón y poder salir de ellas fortalecidos. Somos nosotros los adultos los llamados a dar el ejemplo, a llenarlos de optimismo, a ver la realidad como algo bueno y las cosas negativas como algo superable. Que no importa cuanto nos cueste pasarlo, pero que en algún momento, miraremos para atrás recordando que cada cosa vivida, son la base de la forma de ser en el mañana.

domingo, 7 de octubre de 2007

Autismo




Uno de los temas que particularmente me interesa, por los procesos de integración que he vivido, es el “Autismo”. Recuerdo que como educadora, nunca estuve cerca de estos niños, hasta que hace dos años atrás integramos niños con este síndrome. Sobre este tema hay mucho que contar y más aún por investigar. Pero quisiera dar comienzo a estos textos con algo que encontré en un libro llamado “Autismo, enfoques actuales” y que explica muy bien la forma de ver este mundo.

“A las aladas almas de las rosas, del almendro de nata te requiero que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma compañero.”
Miguel Hernández.


“Como le suele suceder a los niños pequeños, para los que una caja cerrada es una compulsión inevitable de exploración y desvelamiento de un misterio, nos sucede a nosotros con la opacidad del autismo: nos desafía, desde su trágico silencio, con una atracción ineludible. Sentimos que hay algo que tenemos que abrir.
Como si fuera un Everest, nevado, inmenso, indiferente y lejano, el autismo nos desafía. Tenemos que hacer algo para poder acompañar en su desarrollo al niño al que la naturaleza parece haber sentenciado a una condena de soledad inevitable. Tenemos que evitar en lo posible que esa condena se haga efectiva. Tenemos que inventar, con todo nuestro ingenio, la manera de abrir la puerta. Sentimos que ese niño es humano y que no puede desarrollarse como si fuera una monada o un organismo inferior, cuya ontogénesis se reduce al despliegue de la maduración solitaria prevista por la naturaleza. Y, si es un niño humano, solo podrá desarrollarse en interacción y compañía, elaborando e interiorizando interacciones humanas en forma de funciones mentales intrapsiquicas”

Ángel Reviére (1997)




(La escuela especial con la cual trabajamos el proceso de integración se llama "Hans Asperger")



Compartiendo con los tíos y niños de la escuela