Madre e hijo

Hace algún tiempo que me da vueltas una teoría que tiene relación con el tipo de conducta que las madres manifiestan al tener un niño.
Mi teoría no tenía ningún fundamento literario, ni de algún especialista, solo estaba basado en mi experiencia de diez años educando niños y niñas y por ende, estar cerca también de sus madres.
Estoy segura que muchas de mis amigas y mamitas del jardín se sentirán aludidas, o quizás molestas (con algunas de ellas ya hemos hablado el tema), espero que no se enojen. Pero me siento bien de haber encontrado una base teórica para mis experiencias.

“Las madres de hombre son distintas a las madres de mujeres”

Primero y muy importante es que las madres tienen muchas virtudes de las que ningún niño o niña puede prescindir para abrirse a la vida. Y lo más importante es que cada madre es madre, ya lo es desde siempre, con la seguridad que la paternidad no tiene. “la madre es un ser femenino y que no puede ser de ninguna otra manera.”
“Madre, valiente, determinada irrealista, loca. De esta maravillosa locura, ingeniosa, creativa y poética, de la que nadie se queja y de la que cada uno le está, en lo más hondo, agradecido” Aldo Naouri
Existe un momento en la maternidad, en que en algunas ocasiones, las madres terminan con su serenidad relativa y esto sucede especialmente cuando son madres de un varón.
“Se convierten en insoportables, imposibles, poco razonables, y corren el riesgo, cada vez más frecuente, en nuestros días, de caer en la categoría de “madres Inquietas”
Aldo Naouri
Este pediatra francés plantea, que como resultado de esta teoría, conduce a padecer la enfermedad más grave que puede afectar a un se humano masculino: “cargar con una madre así”

¿Qué es lo que sucede?

Las madres ven a este niño en desventaja, más débil para solucionar problemas, por lo tanto desarrolla estrategias (inconcientes) y lo velará celosamente, viviendo por él.
Es curiosa esta diferencia (que yo he observado desde hace años), la diferencia del trato de los niños en función de sus sexo (que se da hasta que estos hombres son adultos).
Desde el embarazo y al enterarse de que es un varón la emoción y el trato comienzan a ser distintos. Según este autor una de las causas es que la madre puede sentirse menos torpe con el cuerpo más familiar de su hija, que con el cuerpo más extraño de su hijo.

“Cabe pensar que la simple similitud de los sexos, entre su hija y ella le permite recibirla, simplemente como se recibe a si misma”

Y ocurre que sin quererlo, ni pensarlo se hacen las diferencia, a veces tanto que dejan de lado su propia vida de pareja, porque no existe hombre más perfecto y a quien amen más, que al que vino de su vientre.

Al respecto hay mucho más que investigar. En mi memoria existen miles de acontecimientos que podrían avalar mi teoría, pero prefiero quedarme con ellas y enriquecer las practicas, ayudar a las madres a sentirse más libres, menos culposas, más mujeres. No hay receta, muchas de las actitudes de estas madres son inconcientes. Solo debemos adoptar una visión positiva del tema y no olvidar que esos pequeños, son los futuros hombres del mañana.


Ref: “Padres permisivos, hijos tiranos”
Aldo naouri