miércoles, 25 de febrero de 2009

Debo dejar el maní


Estas dos últimas semanas me he dado cuenta que debo dejar las cosas que me hacen daño. Por problemas de salud debo dejar el maní y las bebidas. Y por problemas emocionales debo dejar de estresarme y de preocuparme por cosas sin importancia. Tratar de llevar una vida más tranquila.

Bueno a pesar de intentar estar en paz conmigo y con los demás, siempre me encuentro metida en algún lío. Por ejemplo la reconstrucción de nuestro jardín que ha demorado más de lo esperado y que aunque yo no quiera me tiene muy preocupada. Y un episodio que viví la semana pasada, mientras caminaba por la calle. Frente a mi caminaba un hombre junto a su hija pequeña, aproximadamente tres años, el hombre de un momento a otro comienza a darle de golpes a la pequeña, mientras ella gritaba ¡No papá por favor, no me pegues más!. Yo amablemente me acerco a ellos y le pido al hombre que por favor deje de golpear a su hija. Como es costumbre la reacción de estas personas es tratar mal, ofender y en mi caso hasta empujar. Me dijo que no tenía nada que meterme, y cosas peores. De pronto apareció de no sé donde la abuela de la niña y la toma en sus brazos. El hombre siguió tratándome de lo peor. En fin, el episodio sucedió y quedé sin habla, asustada, complicada y con mucha pena, ya que de alguna manera entiendo que no hay mucho que hacer, ya que haga lo que haga muchos padres y madres continuarán golpeando a sus hijos.

En contraste con este episodio, me impactó mucho el accidente de la niña que cayó a la piscina y estuvo en coma. No sé muy bien por qué me afectó tanto, me quedé con una sensación de desconsuelo muy grande. Recordé el accidente de mi hija y todo lo que viví en ese tiempo y me puse en el lugar de sus padres y el gran dolor que se siente.

Sé que debo dejar muchas cosas que no están bien en mi vida, especialmente para mi salud. Pero claramente los niños jamás dejarán de preocuparme , y siempre trataré de defenderlos si está a mi alcance. Y también rezaré junto a mi hija si algún niño o niña necesita de nuestra fe.

Entonces solo me queda preocuparme por lo realmente importante, dejar las cosas que me hacen mal, y recibir con los brazos abiertos a quienes me entregan un cariño maravilloso y me hacen feliz.

1 comentario:

Abril Lech dijo...

Me preocupa el tema de tu salud (nos abía que el mani hiciera mal) y te deseo que sea lo que sea pase de largo y pronto.

En cuanto a lo otro, al situación que comentas hace que sea imposible no indignarse con el adultoq ue ejerce violencia en detrimento de un niño.

Creoq ue hiciste bien. Yo hubiera hecho lo mismo. Quien sabe en la memoria de la niña queda grabado que alguna vez alguien -desconocido- la defendió.

Te mando un beso inmenso.
Que todo esté bien!