de puntal de madera,
con alas de papel
y gran cola de tela,
guiado por un cordel
cual pájaro te elevas,
en tardes despejadas
y aire de primavera.
Escudriñando el cielo;
vuela, vuela y vuela,
gaviota de los niños
dentro de un mar de tierra,
que bañas de sorpresas
las pequeñas caritas,
dejando sensaciones
pintadas de sonrisas,
y de gratos recuerdos
con tu mágica estela,
a los viejos amigos;
que elevaron tu cuerda.








